Línea de parentesco caligráfico

Años pasaron para rencontrarnos desde la época de estudiantes en la Escuela de Artes Plásticas. Siempre es agradable conversar con él. Por alguna metafísica razón, me imagino yo, nos topamos de nuevo en el trabajo en una ONG, viejos recuerdos; sus imágenes y estas palabras. Recuerdo de esos días de estudiante los trazos de Petronio: finas líneas curvas hechas con tinta entrelazadas entre sí con un parentesco con la caligrafía de la firma personal, pero más libre y aparentemente automáticas. Algo así como un dibujo en letra cursiva si se me permite la absurda expresión.

Esa recurrencia plástica en su dibujo no ha variado en su pintura reciente al menos en términos formales. Siempre presente el trazo de naturaleza curva, prima de su caligrafía a la que le ha agregado valores de tono, grosor y color para constituir el conjunto. En este sentido la constancia investigativa formal es una virtud y me cuestiono también ante la posibilidad de si es esta recurrencia plástica o no un lugar cómodo; o quizás un encuentro entre instantes reincidentes de una misma idea construyéndose en etapas. Me invitó además a la exploración de una suerte de sutil violencia simbólica y subliminal, en donde cada línea construye filos que

se solidifican con la paleta de verdes y sus respectivos complementarios. En lo personal me parecen una exploración de carácter formal.

Como tantos otros autores graduados de la Escuela de Artes Plásticas, el dominio de la representación es un escalón, una cimiente a partir de la cual aparentemente se construye el propio futuro de artista; creo que el saber pintar “bien” con lo que implique según criterios personales, él lo ve como la licencia que tuvo que pagar, costearse el rito académico con ceremonia de graduación y exposiciones incluidas; para luego devenir en sus deseos… lenguajes propios de ritmos confusos, de capas de color y soltura dibujística de plumillista confeso, amante del detalle y de las horas entregadas a la labor-placer de construir ideas por nexos de colores. Al fin y al cabo seguimos en la plática de sus más recientes imágenes, ahondando pues en la reflexión de que los amigos tienen que reencontrarse de vez en cuando.